sábado, 5 de junio de 2010

Nicky, la aprendiz de bruja (Hayao Miyazaki)



Nicky es una joven bruja de 13 años, en periodo de entrenamiento, que se divierte volando en su escoba junto a Jiji, un sabio gato negro. Según la tradición, todas las brujas de esa edad deben abandonar su hogar durante un año para saber valerse por sí mismas. Así, Nicky descubrirá lo que significa la responsabilidad, la independencia y la amistad. En su camino Nicky y Jiji harán un nuevo amigo, Tombo, con el que vivirán extraordinarias aventuras. (FILMAFFINITY)

La trama de la película comienza pronto y a partir de ahí te engancha perfectamente, envuelta como siempre en una fantasía maravillosa, encantadora.
Bueno, creo que esta es, la segunda película de Miyazaki que más me ha gustado, junto con Ponyo en el acantilado, película que en mi opinión también es una maravilla.

En ésta la pequeña bruja, es un personaje encantador y entrañable, como suele con la mayoría de los personajes de Miyazaki. Nicky (Kiki en la versión original) junto a Jiji se van del pueblo y desde el momento en el que comienza el viaje la niña se encuentra con personajes, que la van haciendo crecer tanto como persona como bruja. La familia con la que se queda viviendo en la ciudad es un encanto, la señora embarazada y su marido, que al principio parece un poco borde, son muy buenos con ella y la tratan como si fuese su propia hija. La ayudan en la profesión que quiere desempeñar para ganarse su propio dinero, y le ceden un cuarto donde se queda a vivir hasta el final de la película.

También otros personajes, como las viejecitas que le piden que le lleven un pastel a la fiesta de su nieta son encantadores. Me hizo mucha gracia como la señora llamaba a la otra “Barsa” vamos, por su nombre, pero cada vez que lo decía me reía. Los demás personajes secundarios, como el chico al que le gusta Nicky desde el principio y la chica que vive en la cabaña en medio del bosque, lo son también.

Además no creo que simplemente sea una película para niños, yo creo que a las personas más adultas les puede gustar igualmente. No es tipo Chihiro, pero es una historia muy bonita (también gráficamente, por que los dibujos son una maravilla) y simplemente, es la historia de una aprendiz de bruja que ha de enfrentarse con el mundo y descubrirlo, tal y como lo hace cualquier adulto cuando en una época de sus vidas dejan a su familia, se van de casa y se enfrentan al mundo ellos solos.

En algunos momentos me llegó a emocionar mucho, por ejemplo cuando no llega a la fiesta a la que la han invitado y solo por haber ayudado a las viejecitas, cuando ve que su nieta no se lo agradece y dice que odia la empanada que tanto les costó preparar, cuando mira por la ventana de su habitación con nostalgia y recuerda a sus padres, cuando pierde sus poderes y sale por la noche al bosque para intentar recuperarlos, cuando salva a su amigo del zepelín que está a punto de caer, cuando su amiga le dice que ella siente perder también sus poderes cuando pinta, (cosa con la que me sentí muy identificada) cuando hay algún momento en que el nos ponemos delante de un papel y no se nos ocurre nada, o lo vemos en nuestra mente pero no sabemos plasmarlo en él y al final lo dibujas, lo tiras, lo vuelves a dibujar, lo tiras de nuevo, y así todo el rato, hasta que por fin decides dejarlo para otro día en el que te sientas con poder de hacerlo como realmente sabes y te gusta, etc…

La verdad es que a mí la película, a lo largo que avanzaba me iba gustando más, hasta que llegó el final, que en mi opinión es demasiado acelerado, dejando cosas demasiado sueltas sobre algunos personajes y aun sin haber acabado, aparecen los créditos mientras siguen pasando cosas importantes. Si no hubiese sido por eso, puede que le hubiese puesto un 10 en vez de un 9, pero aún así merece la pena verla.

Muy recomendable y otra obra maestra de Hayao Miyazaki.
9/10                                            

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